domingo, 6 de noviembre de 2011

El Gran pez.

Un hombre cuenta sus historias tantas veces que, aún después de muerto, estas perduran. De esta forma el hombre se hace inmortal.


El Gran Pez es la historia de muchas historias. Es una ficción sobre ficciones. Cuenta la relación de un padre y de un hijo y su desarrollo, su crecimiento. A través del personaje de padre (realidad a mitades, fantasía por todos lados) e hijo (realismo, verdades absolutas) dos formas de ver la vida o de vivirla entran en discusión. Uno que contaba su historia; él otro que, en vez de creer, la buscaba entre papeles y documentos firmados. 
La muerte, o su rumor, aparecen para cambiar las cosas. Poco a poco Bloom hijo aprende que por mucho tiempo había buscado algo que tenía en frente de sus ojos, que había sido sordo y ciego. 
Al final, un río. Al final, por fin, la verdad. Iluminados por el brillo del sol que se refleja en el agua calma, todos los personajes. El gigante, la bruja, el dueño del circo. 
Al final, el que contaba los cuentos, escucha uno. Al final, el incrédulo cuenta la más linda de las historias. Y el gran pez sigue nadando en el río, para que alguien lo pesque con un anillo de oro, haciéndose eterno. 




Hay un tiempo cuando uno necesita pelear, y un tiempo en que se necesita aceptar que su destino está perdido, que el barco ha zarpado y solo un tonto continuaría. La verdad es que siempre he sido un tonto




(Como Bloom, viviendo entre la verdad que yo elijo, con las fantasía que yo me invento)