domingo, 25 de marzo de 2012

Y aunque alguien me advirtió...

Me disfracé para que no
puedas ver quien era.
Me disfrazo, mejor dicho, 
para ocultarme mis más
oscuros y mejores secretos.
Protegida con la impunidad 
de que nada quiero, de que nada busco; 
así es más fácil simular y esconder 
mis heridas.

jueves, 22 de marzo de 2012

Mis mentiras verdaderas-

librosCuando leemos novelas no somos el que somos habitualmente, sino también los seres hechizos entre los cuales el novelista nos traslada. El traslado es una metamorfosis: el reducto asfixiante que es nuestra vida real se abre y salimos a ser otros, a vivir vicariamente experiencias que la ficción vuelve nuestras. Sueño lúcido, fantasía encarnada, la ficción nos completa, a nosotros, seres mutilados a quienes ha sido impuesta la atroz dicotomía de tener una sola vida y los deseos y fantasías de desear mil.

(Vargas Llosa.)

viernes, 16 de marzo de 2012

Doble filo.

Hay algunas palabras que debería 
estar prohibido decir, salvo que
fueran dichas con los ojos cerrados.
Algunas palabras que tendrían que 
ser escuchadas con todos, con 
los cinco sentidos. 
Nacen en el espacio entre dos miradas,
se confirma con el estremecimiento
causa de una caricia suave.
Son como un murmullo, 
dulce como chocolate, 
o como el olor de una rosa que nace. 
Nunca, jamás, manches con
el horror de la mentira 
estas palabras, distintas a las comunes.
Si no nacen, no hay caso en inventarlas.
Pero cuando las sientas llegar, 
cuando veas las huellas que dejan en la arena, 
no te corras, no te asustes ni desesperes.
Hay algunas palabras, cuya intención
no es lastimar.
Hay algunas palabras que suelen 
ser armas de doble filo. 
Cuidado, cuidado cuando elijas un "Te quiero"

viernes, 2 de marzo de 2012

Experimento.

En este experimento, en el marco del ingreso a Letras, los ingredientes eran palabras. Jugábamos a que habíamos avanzado mucho en la carrera y tocaba realizar la primera práctica. Teníamos que hacer de cuenta que estábamos ante una división de secundario; inexpertos y nerviosos, temíamos no ser escuchados. Nuestra tarea era atraer a los chicos al, generalmente ignorado y despreciado, versátil mundo de la poesía. El primer paso era buscar un poema "difícil" de acercar a los alumnos. Luego, reescribirla intentando lograr que el resultado sea algo más actualizado, más cercano.
En este experimento, de explosivos y corrosivos, tomé prestado al poeta maldito, al francés Charles Baudelaire y su poesía eterna, de dolor y amor. Lo mezclé con algunas pobres palabras, las mías, las que apenas intentan sobrevivir a este viento.

XXXIX (Charles Baudelaire)
Te doy estos versos por si acaso mi nombre
alcanzará dichoso lejanas épocas
e hiciera soñar una noche a los corazones de los hombres
como un navío ayudado por un aquilón.

Tu memoria, como las inciertas fábulas,
que fatigue al lector como un tímpano,
y por un eslabón fraternal y divino
que quede como pendido en mis rimas más altivas.

¡Ser maldito a quien, del abismo profundo
y hasta el más alto cielo, fuera de mí, no responde!
Tú, que como una sombra dejas las trazas efímeras,

y que con un pie ligero y un mirar sereno
a los necios mortales que te han juzgado amarga, tú aplastas,
estatua de los ojos de jade, gran ángel de broncínea frente.

La otra versión (mi reescritura)
Te regalo estos versos
por las dudas de que mi nombre
llegué a alcanzar lejano tiempo futuro
y pudiera hacer los corazones soñar,
como el fuerte viento que
hace que aquel barco se mueva.

Tu recuerdo, tu existencia
será eternizada en
mi mejor poesía
en los más lindos versos
atada a ellos, esposada
con cadenas hechas por fuertes dioses.

¡Maldita! Ser del abismo
más profundo, del más
alto cielo.
Si, te hablo a vos,
sombra de efímeras huellas,
misterio de miradas serenas.
Si, vos. Estatua eterna,
de ojos verdes, frente orgullosa.