fueran dichas con los ojos cerrados.
Algunas palabras que tendrían que
ser escuchadas con todos, con
los cinco sentidos.
Nacen en el espacio entre dos miradas,
se confirma con el estremecimiento
causa de una caricia suave.
Son como un murmullo,
dulce como chocolate,
o como el olor de una rosa que nace.
Nunca, jamás, manches con
estas palabras, distintas a las comunes.
Si no nacen, no hay caso en inventarlas.
Pero cuando las sientas llegar,
cuando veas las huellas que dejan en la arena,
no te corras, no te asustes ni desesperes.
Hay algunas palabras, cuya intención
no es lastimar.
Hay algunas palabras que suelen
ser armas de doble filo.
Cuidado, cuidado cuando elijas un "Te quiero"
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