jueves, 5 de mayo de 2011

Sin vivir al compas del minutero.

Vuelo, vuelo altisimo. Un poco más alla del arcoiris.
Encerrada en un cuarto, sola, sin voces ni gritos. Con música en el volumen perfecto. Escribiendo. Mil pensamientos, cosas para decir se acumulan formando una torre que tapa el sol. Esas mil ideas quieren salir y piden a gritos convertirse en palabras. 
La cabeza me da mil vueltas. Me empiezo a sentir inquieta, voy y vengo, hago y deshago. 
Pero hoy el minutero me corree. Y en vez de salir, retirarme de la carrera y hacer las cosas a mi tiempo hoy tengo que seguir corriendo, tratando de robarle un milimetro para llegar antes a la meta. 


Tic Toc 
Tic Toc. 


Me tropiezo. Sigo corriendo.
Me tranquiliza saber que, a pesar de todo, es la carrera que yo elegi correr. Y cuando corro, una sonrisa grande se dibuja en mi cara.


Otra vez digo hoy no. Mañana, mañana sí.