domingo, 25 de septiembre de 2011

Cada loco con su tema .

No me gustan las etiquetas, porque son estáticas. Sus letras, sus palabras parecen moldes fijos, que encierran y no permiten crecer.
No me gusta la palabra normal. O raro. ¿Quién decide qué es cada cosa? Igual, si tuviera que elegir una de las dos, me gustaría merecer ser de la segunda.
No creo en el “viví el presente” obsesivo. Si fuera así, ¿qué hacer con lo que nos enseño el pasado? ¿Lo bailado, lo sufrido, lo reído? ¿Y lo qué nos espera adelante? No, olvídate.
Nunca y siempre. Dos palabras que nos encanta decir, dos palabras en las que nos encanta creer. Dudo seriamente de su real existencia.