viernes, 24 de junio de 2011

Nada es lo que parece.

Hay momentos que el intricado laberinto que tengo en mi cabeza me gana, logra desorientarme y ya no sé para donde es avanzar y para donde retroceder. La brújula que antes marcaba un norte de cielos claros ahora está perdida, no sabe donde sale el sol y donde se pone; ya murió.
Las mismas trabas de siempre y nuevos interrogantes hacen que me caiga o que camine más despacio, ya sin la misma seguridad con la que solía bailar. Cada vez tengo más preguntas y menos respuestas, más incertidumbres, menos certezas. (condición subjetiva de la verdad). 
Ya no existe el blanco o negro; cada vez encuentro más grises. Aquellas cosas que antes eran un cimiento, una piedra firme que me ofrecía una base fuerte para empezar a construir me parecen débiles como para sostenerme y las mañanas me despiertan con sueños de caídas libre. 
Hoy, noche de un día... distinto, tengo un pequeño gran caos adentro. "Un candombe en la cabeza que no es para bailar ". Voces opuestas, como dos personas distintas se enfrentan y discuten. Mis dos personalidades, mis dos mundos están en guerra. Luchan para ver quien grita más fuerte. Pero no es un enfrentamiento feroz.  Es uno frío, una especie de debate en el que todos quieren dar el zarpazo más profundo.
Sé, sin embargo, que todo este caos es necesario. Creo que no voy a terminar herida de muerte. 
Porque aunque hay un norte que se perdió y a veces el oeste parece el este, hay un camino -o mejor dicho una forma de caminarlo- que está grabado con fuego


Solamente necesito un freno en esta carrera, buscarme un ratito de paz (concepto personal y distinto) . Despejar mi visión y otra vez bailar. No importa que sea un vals o un rock and roll. Ya estuve en esta mareo de grises y supe encontrar el blanco, la luz. Voy a tratar de convencer al sol que borre esta neblina más rápido, así disfruto del paisaje. Voy a tratar de que mis contrincantes internos bajen el tono de su discusión a uno más conciliador. 
Además confió en que unas horas de sueño, una nueva mañana - y quién dice que no pueda ser de sol- y el fin de esta semana me van a dar la oportunidad de un cambio. Estoy segura de que esta noche de gran desorden interno es como el dedo que no puede tapar el sol. 
Por eso a dormir, a soñar. 


(Y espero sinceramente que no te me aparezcas otra vez)











Elegí esta foto porque cuando pienso en PAZ pienso en un lugar así. En lo que significó y significa para mí.. Porque son lugares únicos que marcan a fuego. Es, para mí, fuente inagotable de recuerdos, que cuando me los encuentro no puedo más que sonreír.