lunes, 4 de junio de 2012

¿Habré aprobado? No, es imposible. Me faltó responder mitad de una pregunta, no había leído todos los textos. No hay forma. Igual, que haya venido a Humanidades un día que no curso acá significa algo. Que me haya tomado el trabajo de bajar antes del micro y vaya a subir cinco pisos quiere decir que, en algún rincón de mi cabeza, pienso que puedo haber aprobado.
Y si. Si soy una idiota, incapaz de dominar lo que pienso, soñadora empedernida, vivo haciéndome ilusiones de imposibles.
Que bueno ser así de idiota, con esperanzas. Si no sería bastante infeliz. Yo sé que no voy a dejar de ilusionarme, aunque me queje o me duela. En una de esas, aprobé.
Soy un quilombo ¿por qué me contradigo todo el tiempo? Soy toda una contradicción. Si me importa aprobar, ¿por qué no estudio? No estudio porque me va bien igual. Maldita buena suerte, maldita buena memoria. Maldita.Ahí está, de vuelta: otra contradicción.
¿Qué me pasara cuando vea en el papel, al lado de mi nombre, mi primer desaprobado facultativo? Encima, de literatura. Irónico.
¡Que lindo es leer! Es como si sin mis libros no sería yo. La Agustina que soy no existiría, sería como morirme. Espero que falte mucho para mi muerte. Soy joven, todavía me faltan muchas desilusiones más.
Que escaleras de mierda. Que suerte que no hay nadie. Cuando hay mucha gente me da vértigo, siento que me caigo. Parezco una bebe que recién aprende a caminar subiendo así, pegada a la pared, agarrada de la baranda. Che, a ese lo conozco... ¡Ya sé! Con él hablé como dos horas, esperando el Plaza en Cerrito y Santa Fe. Sí, es el mismo. Me acuerdo que me contó que estudiaba Historia en Humanidades. Le respondí que yo Periodismo, pero no le hablé de Letras. ¿Por qué nunca cuento eso?  Sí, es él. Casi de mi misma altura, apenas más alto. Despeinado, alpargatas. A ver si me reconoce. No creo, fue hace mínimo dos meses ¿Lo saludo? No, cualquiera. ¿Habré aprobado?
Que loco ¿no? Encontrarme con alguien que conocí accidentalmente, hace mucho tiempo y en una calle porteña. Si creyera en el destino y sus señales tendría que pensar que el Cosmos me quiere decir algo: ese chico es para vos. Si se lo contara a alguien me diría: "No existen las casualidades, por algo pasó" NO. Yo sí creo en las casualidades (y en saber aprovecharlas; no soy buena en eso) Yo creo que en la vida la suerte juega un papel más importante del que quisieran admitir. Claro, pero aceptarlo sería como perder el control.   Como dice Woody, no deberíamos dejarnos engañar, de eso depende gran parte de nuestra existencia. Ilusos. (Hipócrita). ¿Habré aprobado?
A ver. Gallardo...G....G ¿dónde está? Acá. No puedo creer, aprobé. Maldita buena suerte.
Tarde, siempre llego tarde. Que escaleras de mierda. ¿Es joda? Ahí, de vuelta "el chico del Plaza"
Casualidad. Causalidad.
Que locura.

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